Hay dos institutos con los que estoy unido por lazos profesionales y afectivos, el IES Francisco Pacheco de Sanlúcar de Barrameda y el IES Santa Catalina de Siena de Córdoba.Alumnado y profesorado de ambos centros, fundidos en mi corazón en uno solo, visitamos ayer Medina Azahara. En una papelera encontré este elogio patrimonial escrito en una humilde servilleta arrugada y sucía. No me puedo resistir a darlo a conocer, pues me parce bello: "Ruinas habitadas por los pasos de las gentes. Efímeros recuerdos, de aquellos días de gloria: ciudad que refulgía entre los valles y los montes. Hostilidad vencida por certeros silencios. Asombro de creyentes y de incrédulos, renace del fuego del infierno. Un débil cervatillo se hizo resistente bronce con solo beber de tu fuente de mercurio. Medina Azahara, a ocho kilómetros de Córdoba, pero muy cerca de casa. Hasta tal punto, que Abderramán y yo ya estamos juntos en la Historia."
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