miércoles, 23 de julio de 2014

Un pied-noir à Cordoue

Cuando la madre de mi amiga Michéle visitó Córdoba, creo que era en 2003, le sorprendió contemplar una avenida llena de palmeras pues le recordaba los paisajes de su Argelia natal. Mi amiga Michele, casi una hermana, que es una asídua visitante de esta ciudad es también pied-noir y guarda unos recuerdos terribles de la guerra de Argelia que marcó su infancia. Pero hoy quiero hablar de paz, comienzan mis vacaciones, y quiero recordar a un ilustre historiador orientalista también nacido en la colonia francesa.Me refiero a Evariste Lévi-Provençal (1894-1956), estudioso del arte hispanomusulmán y de la mezquita cordobesa.Pues bien, en mis pesquisas de archivos, he encontrado en el Histórico Provincial, dentro de la correspondencia de Enrique Romero de Torres, esta carta del subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, fechada el 3 de marzo de 1924."Sr.Don Enrique Romero de Torres.Mi querido y buen amigo.Agradecerá a Ud. muy sincéramente tenga la bondad de atender en cuanto esté a su alcance al dador de la presente carta, M.E. Lévi-Provençal, dignísimo e ilustre miembro del Instituto de Altos Estudios Marroquíes de Rabat, que está realizando un viaje por nuestra patria.Anticipándole gracias, recibe un afectuoso abrazo de su buen amigo.Javier García de Leaniz".Como no podía ser de otra manera, el gran historiador francés , máximo especialista en el arte de Al Ándalus, vino a Córdoba a conocer in situ nuestros monumentos y se buscó el mejor guía posible. Me gustaría que mi amiga Michéle Darmon también me considerara el mejor guía en esta ciudad, que aunque no es la mía, es en la que vivo y trabajo.Ricardo Molina dice que hay que conquistar a Córdoba como se conquista a una mujer, yo no he sabido hacerlo y lo malo es que ya me he enamorado un poco de ella.

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