sábado, 3 de marzo de 2012

Frustraciones

En aquella Sevilla
Por Manuel Toribio García
 
    Dirigir un instituto de educación secundaria, es como embarcarse en una aventura imposible, pues de los mil problemas que surgen apenas si es posible encontrar solución para uno solo.
Uno de esos días que llegué a casi cariacontecido, apesadumbrado y triste por una disputa inesperada, mi hija salió al quite.Ana tenía un examen de Historia de España al día siguiente y me preguntó algunas dudas sobre la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.Le dije que fue una frustración más para el país( casi como las que yo tengo día a día al no cumplirse mis sueños)pues, planteada por el dictador Miguel Primo de Rivera como demostración de su éxito gubernamental, al final poco quedó de ella.
  Le hablé de como mi idolatrado Antonio Jaén Morente fue su máximo defensor en Córdoba y propagador de la misma por el Norte de España y varias ciudades norteamericanas.En ese mismo año de 1929, el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes premió y editó su Geografía de América como libro de texto para 2º de Bachillerato y de la mano de don Antonio -!Qué mejor guía!- nos sumergimos en un viaje al pasado, contemplando en el libro ajado por el paso de los años, las ilustraciones fotográficas dedicadas a este acontecimiento.Por un rato, deje de ser el burócrata en que me he convertido tras ocho cursos seguidos de director de mi instituto y el profesor incomprendido por su alumnado y tuve un momento de felicidad con una alumna ejemplar. Recordando a mi maestro, ya desaparecido pero no olvidado, -el gran Juan Machado-pensé que en mi próxima reencarnación en las seis vidas que me quedan, también me dedicaré a la Historia
   El certamen sevillano fue pensado en 1909 y se oficializó al año siguiente en directa conexión con las tendencias regeneracionistas surgidas tras la crisis finisecular y como un intento de conseguir la reactivación productiva de Sevilla y convertir, de nuevo, al río Guadalquivir en una arteria comercial. Su máximo referente fue el nacionalismo unido a los valores hispanoamericanos.
   En 1925, tras una visita de inspección del dictador Miguel Primo de Rivera, al comprobar la lentitud de las obras, fue cesado el Comisario regio Colombí y en su lugar se nombro al hasta entonces alcalde de Córdoba, José Cruz Conde, con el que la Exposición dejaba de ser un proyecto sevillano para tomar un carácter estatal.
   La muestra se inauguró en Mayo de 1929 y se clausuró en el verano de 1930.Un símbolo del triste final de la Dictadura fue el fracaso de la Exposición Iberoamericana pues ni llegaron tantos visitantes como se esperaban ni hubo resurgir mercantil, aunque si es cierto que cambió la faz de la vieja Serba la bari.
   Aunque mi hija estaba como siempre nerviosa antes de un examen, al final sacó una de esas buenísimas notas a las que nos tiene acostumbrados.Y es que todo no iban a ser malas noticias.

1 comentario:

  1. Si tratáramos de ponernos en la piel de los demás, tal vez entenderíamos mejor la asunción de responsabilidades por parte de personas generosas, entusiastas y comprometidas con su labor. Tal es tu caso, Manuel. Y lo digo como exmiembro del Claustro que has presidido durante los últimos cursos de mi vida profesional en activo y, por tanto, libre ya de cualquier veleidad adulatoria que redunde en mi propio interés o beneficio. Quede aquí constancia de mi reconocimiento por tu trabajo que ha desembocado en una amistad con la que me honro. No todo van a ser sinsabores en esta vida. Y felicidades a Ana por sus notas y tus hijos también por ese padre ilustrado y pleno de amor y pedagogía.

    Un abrazo

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