lunes, 23 de enero de 2012

La tesis doctoral de Antonio Jaén

La tesis doctoral de Antonio Jaén
Por Manuel Toribio García
                                                         
En 1909, Antonio Jaén Morente , ya aparece como socio del Ateneo madrileño, del que en 1914 llegaría a ser Secretario segundo de la Sección de Ciencias Históricas. Su etapa madrileña, donde se encontraba domiciliado en el nº 43 de la calle de la Palma, coincide con sus estudios universitarios, que acababa de culminar con la presentación en 1908 de una tesis doctoral sobre “El valor histórico del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso (Córdoba)”:Dicha tesis, aún inédita, fue dada a conocer por Manuel Morente en su magnífico estudio sobre la represión y depuración de los enseñantes cordobeses en la inmediata posguerra, localizando un ejemplar de la misma en el Archivo de la Universidad Complutense, pero nosotros hemos tenido conocimiento de la misma a partir de otro ejemplar que el profesor Eugenio Pérez Alcalá encontró en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares cuando estaba haciendo su estudio sobre José Venegas.
   La tesis, manuscrita, consta de 161 páginas, y de ella destacamos  que es un alegato a favor de la conservación de este importante conjunto patrimonial. El autor manifiesta como en España  la desaparición de monumentos históricos y artísticos ha adquirido la categoría de tópico vulgar y en el caso concreto de Córdoba, “la decaída ciudad de la mezquita” es  una de las primeras al señalar lo poco que se ha conservado de arte hispanomusulmán, casi nada de los visigodos e igual ocurre con los restos romanos. Tras indicar el estado de ruina que presenta el monasterio y otras piezas significativas del rico legado artístico de la ciudad como el retablo de Valdés Leal en la iglesia del Carmen, la Anunciación  de Pedro de Córdoba olvidada entre el polvo de la Catedral, el menosprecio de la obra pictórica de Pablo de Céspedes o de la de Antonio del Castillo.
      Tras describir el entorno del Monasterio en las estribaciones de Sierra Morena, en un “lugar de serenidad y calma, lejos de la bulliciosa y cinematográfica humanidad actual”, hace un recorrido por la historia del mismo desde principios del siglo XV contextualizándolo en la historia de los reinos hispánicos y la coyuntura bajomedieval.
   Utiliza como fuentes documentos de archivos procedentes del Monasterio y de otros de la ciudad, como la escritura de donación  de las tierras  en las que está enclavado realizada en 1405, crónicas de la orden de los jerónimos y el protocolo de fray Fernando de Cáceres. A continuación, estudia las diferentes  partes del conjunto monástico que corresponden a distintos  estilos arquitectónicos desde el gótico ojival de la construcción de la iglesia en 1408, el arte plateresco, las modificaciones barrocas de los siglos XVII y XVIII, las principales obras de arte que se sitúan en él como por ejemplo varios cuadros de Pablo de Céspedes a quien considera “que encarna, mejor que ningún otro, el Renacimiento cordobés”  y al que no vacila en llamar el Da Vinci cordobés.
    En su tesis, esboza algunas líneas biográficas de los personajes clave en la historia del monasterio, como pueden ser Alonso de Vega-un hombre prototípico de la España de Felipe II que trocó la carrera militar por la vida monástica-, el teólogo Fray Pedro de Cabrera o la labor de Fray Pedro de Avila-responsable de convertir los terrenos de la comunidad religiosa en una granja- o la mística de Juan de Córdoba en la línea del fundador fray Vasco.
La tesis le sirve también a nuestro autor para posicionarse en contra de lo que se había venido denominando el sentimiento de decadencia de Córdoba y lo cordobés: “El estado de abatimiento, se ha extendido con carácter de igual o mayor gravedad, hasta el moderno despertar, a regiones y ciudades poco arabizadas, ¿no será más cierto lo que por fortuna van muchos pensando, que el corazón, el centralismo viviendo por completo en utópicas empresas a expensas de la nación, el funestísimo entronque austríaco, la desviación de nuestra vida nacional, el abandono de todo lo que suponía verdadero españolismo, fue la causa?....Continuar la historia de España, interrumpida desde los primeros días del siglo XVI: el mal general, al degenerar de todo, se afectó la parte y por esto decaímos en Córdoba, como degeneró y cayó la España entera”. Trata así de acabar con la idea extendida en determinados círculos de la ciudad de que la decadencia cordobesa procedía del pasado  califal por “la indolencia musulmana, el fatalismo árabe”. Antonio Jaén dirá : “protesto de ello, debemos a la brillante civilización árabe nuestros mejores días”.
         Probablemente, todo este planteamiento de la decadencia de la ciudad haya que verlo en paralelo con las tesis noventayochistas  tan en boga en esos momentos, siendo además indudables los lazos de este historiador cordobés con los hombres de la Generación del 98, a los que pudo conocer en el Ateneo , en las tertulias de los cafés madrileños o en los institutos, por ejemplo por muy poco espacio de tiempo no compartió las aulas del de Segovia con Antonio Machado-es significativo que tras el triunfo del golpe fascista ambos son declarados “profesores indeseables” en el claustro del instituto y recientemente el IES Mariano Quintanilla de Segovia ha tenido a bien realizar un acto de desagravio de la memoria de tan ilustres profesores.

1 comentario:

  1. Profesor Toribio


    Muy interesante la entrada y que de forma clara demuestra su entusiasta y limpia idea de que a este gran personaje de Córdoba, se le conozca como se merece.

    Su tesis no la pudo hacer con otro tema de fondo, más cordobés, que el Monasterio de San Jerónimo de Valparaiso.

    Enhorabuena por dar a conocer esta información


    Saludos

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