martes, 27 de diciembre de 2011

Mi homenaje a Juan Machado

 


REPENSAR CON JUAN MACHADO
LA REVOLUCIÓN ANDALUZA DE 1835


Manuel Toribio García
Profesor de Historia
I.E.S Santa Catalina de Siena. Córdoba


De toda la producción historiográfica del profesor D. Juan Machado Grima (1945-2007), destacan los estudios dedicados al movimiento juntero andaluz de 1835, incluso, uno de los motivos que le llevó a pedir el Instituto de Nuestra Señora de la Cabeza de Andújar como primer destino profesional, cuando sacó sus oposiciones de profesor agregado de Geografía e Historia en 1974, fue el de completar esta investigación, ya que tenía noticias de lo que había ocurrido en esta ciudad jiennense, precisamente por la cita que Blas Infante hace en su “Ideal Andaluz”.

En 1978 (Diario Jaén 14 de mayo) publica un primer artículo titulado “Andújar y los inicios de regionalismo andaluz” y dos años después pronuncia una conferencia con similar título en el “II ciclo de estudios locales de la sección de geografía e historia del Ateneo de Andújar”, la cual se publicaría con el título “Andujar y el movimiento juntero andaluz de 1835” en el libro Andújar:Arte e Historia de una ciudad andaluza (Pág. 67-85). Posteriormente, en 1985, la Fundación Blas Infante, le invita a presentar una ponencia sobre el tema en el II Congreso sobre el andalucismo histórico, celebrada en Málaga a la cual va a dar por título “La Junta Soberana Suprema de Andújar de 1835 y los orígenes de una Conciencia Andaluza”. Posteriormente volvería sobre el tema en otro congreso de esta fundación, con  una comunicación titulada “Las Diputaciones Provinciales en el marco de la revolución liberal-burguesa española”.
El contexto en el que Juan Machado realiza su investigación es el de la transición democrática española, que conllevó también un despertar de la conciencia regionalista. Efectivamente en 1980 tiene lugar el referéndum del 28-F en cuya campaña a favor del sí, Juan Machado que desde 1979 (después de las primeras elecciones democráticas ganadas por la izquierda en el ayuntamiento iliturgitano), ha sido nombrado director de la Casa de la Cultura  se involucra en la campaña dentro de una Comisión Ciudadana a cuya disposición pone su SEAT 1430 para todo lo que fuera menester(en la torre del reloj de la plaza de Santa María de esa ciudad se desplegaría una enorme banderola andaluza y los actos y mítines se suceden.

Igual ocurre a nivel cultural con la celebración en Córdoba del  I Congreso de Historia de Andalucía al que el profesor Machado asiste y donde puede escuchar al catedrático malagueño D. Juan Antonio Lacomba una comunicación sobre la Junta malagueña de 1835 en la cual afirma este ilustre andalucista y estudioso del tema: “El  estudio de la junta de Andujar es, a lo que parece de suma importancia para la historia de Andalucía. Nada, sin embargo, se ha hecho”.
Desde 1984, el profesor Machado se establece en Granada donde llegará a ser catedrático de geografía e historia del IES “Padre Manjón” y donde bajo la dirección de Gay Armenteros se plantea incluso la posibilidad de una tesis doctoral sobre “El movimiento juntero andaluz de 1835 y la revolución burguesa española”, pero esta tesis no llegaría a completarse por diversas circunstancias. En su petición de tarjeta de investigador  de la Biblioteca Nacional de Madrid, el propio Machado nos ha dejado un esquema-resumen de lo que pretendía hacer: Después de los intentos fallidos de 1808-14 y 1820-23, los motines de 1835 en Andalucía, como en toda España, inauguran la revolución burguesa”.
            De 1835 a 1854 se realizan, pues, las tareas esenciales que definen a una revolución burguesa en tanto que proceso de liquidación del feudalismo y desbloqueo del desarrollo capitalista, proceso que pasa:
            a) Generalización de la fuerza de trabajo y transformación de la tierra en mercancía.
            b)  Implantación de la libertad de industria y de comercio.
            c)  Transformación del sistema de acceso al poder y del carácter el Estado (del Estado absoluto al Estado liberal).
            En estos cambios iniciados decididamente por el gobierno Mendizábal, tienen un papel fundamental los motines revolucionarios liberales cuyo caso más interesante se da en Andalucía, donde se llega a la constitución de una “Junta Soberana Suprema de las Andalucías”, que con un ejército de 20.000 hombres se enfrenta directamente al poder central  durante  dos largos meses consiguiendo, entre otras cosas la caída de Toreno y la llegada al poder de Mendizábal. El carácter de este movimiento y sus consecuencias más importantes trataremos de estudiar en esta tesis, pues, si bien fracasa en un posible cambio de la forma del Estado (de Monarquía a República) y tampoco consigue la transformación de su  estructura interna (de Estado Unitario a Federal), si triunfa en tanto que lleva al poder al hombre capaz de desmontar el Antiguo Régimen a  golpe de decreto dando paso al Estado Liberal y Burgués).
            En Granada, la investigación la centrara primero en analizar la actuación de la Junta de esa provincia y sus relaciones con la de Málaga, Córdoba, Almería, etc. Así como las referencias a la Junta que posteriormente se constituirá en Andujar. Como es sabido, en el archivo municipal de Andujar no se conserva la documentación correspondiente a ese periodo por lo que no lo quedara mas remedio que reconstruir los hechos de 1835 a partir de noticias hemerográficas, que ha localizado en el Archivo del Canónigo (Casa del Arcediano en Barcelona), Casa de los Tiros de Granada, y Hemeroteca municipal de Madrid. En concreto cita los siguientes periódicos: El Vapor, La abeja y el Eco del Comercio.

            Gracias al profesor D. Antonio Domínguez Ortiz, del cual Machado fue alumno en el bachillerato, podrá consultar los fondos documentales del siglo XIX existentes en la biblioteca de la Real Academia de la Historia. En concreto, los famosos papeles del que fuera ministro y presidente del gobierno Isturiz, del cual, sabemos que guardó cuidadosamente buena parte de sus papeles con el objeto de escribir su memoria. Sería muy interesante poder ir de nuevo a esta biblioteca pues allí se encuentran los únicos documentos originales que fueron emanados por la Junta Central de Andújar: varias cartas de Pedro Antonio Acuña y Bartolomé Gutiérrez Acuña, una del conde de las Navas en francés (bien por asegurarse la confidencialidad de la misma o por afirmar sus simpatía con los revolucionarios franceses). Así como el acta de constitución de la Junta de Andujar del 3 de octubre de 1835, una larga exposición a la reina gobernadora de fecha 9 de octubre y la confirmación de la disolución de la misma el día 18 de ese mes (colección Isturiz-Bauer, Real Academia de la Historia 9-30-3-6279).
            También visitó el profesor Machado el Archivo General del Palacio Real donde pudo encontrar  en su Sección Histórica una serie de documentos fechados entre junio y septiembre de 1835, relativos a las sociedades secretas muy activas en ese periodo y que serán también uno de los factores que aceleraran el desarrollo del movimiento juntero; sin olvidar tampoco, el acelerador del Romanticismo, que no es solo un movimiento literario-artístico, sino que supone toda una filosofía de la vida. E igualmente es destacado el rol que jugaron las tesis federalistas que están llegado a España desde USA a través de publicaciones como The  Federalist y es que en 1835 se percibe claramente el influjo de estas ideas en las diferentes Juntas Regionales Soberanas de Aragón, Valencia, Cataluña, Murcia., Extremadura y por supuesto, en Andalucía.
            Los hechos de 1835 ocurridos en Andalucía y en Andujar no podemos  entenderlos al margen de la coyuntura revolucionaria que se vive en Europa, en la oleada de 1830, que aunque tiene a Francia como punto central, tiene ramificaciones por otras partes: norte de Italia, ciudades alemanas, Bélgica, Varsovia, etc.…
            Son esos ingredientes los que actuaran como impulso vital, para una reacción frente a los errores y desordenes del poder central a nombre del liberalismo, pero que devendrá -inconscientemente- en una afirmación regional. Lo que habría que preguntarse, y, seguro que habrá muchas respuestas, es porque ese impulso, como un Guadiana,  va a quedar agazapado durante varias décadas y cuando aflore tendrá otras motivaciones.
            En definitiva, desde el punto de vista de Juan Machado ante el fenómeno Juntero y la Junta Central de Andujar se podrían  hacer las siguientes afirmaciones:
1.      Es de primordial importancia en el proceso de la Revolución burguesa española.
2.      Hay un planteamiento Federativo, de inspiración americana, como un instrumento de libertad y democracia.
3.      Que es racionalmente valida la hipótesis, -por ahora inverificable documentalmente- que, un sector radical de los Junteros, albergaban ideas -incluso republicanos- mucho más revolucionarias que los que públicamente proclamaban.
4.      Que hay una clara conciencia del andaluz como pueblo y de Andalucía como unidad regional susceptible de ser utilizada  como instrumento anticentralista, aunque esa conciencia no mantuviese una continuidad sostenida en el tiempo inmediato posterior.
            En la década que va de 1985-1995, el profesor Machado se dedicaría a otros temas de investigación abandonando parcialmente el estudio del movimiento juntero. Sus preocupaciones intelectuales se centrarán ahora en la figura de su paisano el  accitano Pedro Antonio de Alarcón, la emigración de los andaluces a Hawai a comienzos del siglo XX, la ciudad de Granada de la etapa juvenil tanto de Blas Infante como de Federico García Lorca, y otra serie de temas; sin olvidar que en el año 1992 fue nombrado Comisario de los actos conmemorativos del V Centenario del Descubrimiento de América para la provincia de Granada. Sin embargo el 1995, en la editorial Alcance de Andujar publicaría un librito con carácter divulgativo sobre Andújar y la Revolución Andaluza de 1835, en la cual haría una síntesis de todo lo publicado tanto por el como por otros investigadores sobre el tema. A esta publicación le pondría el subtitulo de la Primera transición en la Historia Contemporánea de España”.
            A raíz de aquí, se comprometería  tanto con la Fundación Blas Infante como con el Ayuntamiento de Andujar a poner en marcha en esta ciudad la Cátedra Blas Infante en el marco de la Universidad de Otoño y entre cuyos objetivos estaría el de recopilar material documental referente a la autonomía andaluza para convertirlo en un centro especializado en nuestra comunidad autónoma que estudiase y divulgase la figura de Blas Infante y la trayectoria del andalucismo histórico en el marco del nacionalismo español. En 1992, con motivo de su presencia en la EXPO 92 dirigiendo la participación granadina  en el Pabellón de Andalucía, pudimos entrevistarlo para el periódico El Guadalquivir y allí nos contestó a la pregunta de si había abandonado ya su investigación sobre el tema: ”no, no , abandonarla no. Aquello, como bien sabes, fue un hecho histórico de especial importancia, no tanto como muchas veces, yo mismo retorciendo un poco la historia, se ha hablado sobre esos orígenes del regionalismo andaluz, que sería exagerado…pero no podemos avanzar mucho más en el  conocimiento del tema, porque sospecho que alguno de los protagonistas tuvo interés en borrar pasados juveniles revolucionarios como siempre sucede en época de madurez”. Para el profesor Lacomba resulta difícil aceptar la hipótesis de que los mismos junteros “perdieran” adrede la documentación de la Junta de Andújar, ya que sabían que efectivamente  en otros documentos-bien provinciales, bien nacionales- se hablaría de ellos y de sus “hechos”.
            Con estas afirmaciones, el profesor Machado, estaba dando respuesta indirectamente a algunos autores que habían formulado críticas a sus trabajos de investigación, es el caso de Eduardo Sevilla Guzmán y Manuel González de Molina, quienes en sus artículos “En los orígenes del nacionalismo andaluz: Reflexiones en torno al proceso fallido de socialización del andalucismo histórico” (REIS nº 40, 1987) afirmaban que el profesor Machado resbalaba para encontrar en la Junta de Andújar los orígenes directos del andalucismo histórico pues nunca se encontrará en las páginas escritas por él, una afirmación dogmática de que esto fuera así, sino simplemente la sugerencia de una hipótesis.
            Precisamente la publicación posterior a estos trabajos de un libro del también tristemente desaparecido profesor cordobés Antonio Luque Ballesteros Política y fomento en la Andalucía liberal, (Universidad  de Córdoba 2005) sobre Agustín Álvarez de Sotomayor (1793-1855), que fue miembro de la Junta de Córdoba en 1835 y Jefe Político de la provincia de Jaén entre 1840-1842, nos ha dejado este testimonio que confirma la tesis del arrepentimiento: “Yo fui uno de aquellos desgraciados junteros del último alzamiento, es verdad que no tuve en él la menor parte al principio, si bien me inspiraba disgusto la administración del Conde de Toreno, pero vivo en un pueblo pequeño, sin haber llegado a ser notabilidad de su campanario (..). La junta de mi Provincia llamó a varios sujetos (y) yo dispuesto siempre á sacrificarme por mi patria volé á ocupar un puesto, donde estaba seguro que no podia hacer bienes pero creia evitar algunos males”.
            En fin, simplemente hemos esbozado una serie de conjeturas e hipótesis sobre un tema que lamentablemente aún no está cerrado pues faltan fuentes documentales y una obra de conjunto por lo que la mejor manera de conmemorar el 175 Aniversario del movimiento juntero andaluz no es otra que invitar a la relectura de la obra de Juan Machado Grima.






























RELACIÓN DE IMÁGENES


Nº 1: Primera página del texto publicado en 1982.Arte e historia de una ciudad andaluza

Nº 2: Carta de D. Antonio Domínguez Ortiz para facilitarle el acceso a la Real Academia de la Historia.

Nº 3: Carta de D. Juan Antonio Lacomba fechada en 1981 para conocer su investigación sobre el tema.

Nº 4: Manifiesto de la Junta de Andújar publicado por Santiago de Córdoba en el nº 0 de  Cuadernos de Historia. Andújar 1984.

Nº 5: Ficha escrita por el profesor Machado con un texto de D. Blas Infante sobre la Junta de Andújar.

Nº 6: Mapa sobre el desarrollo del Movimiento Juntero Andaluz.

Nº 7: Mapa de Andalucía sobre el recorrido seguido por el ejercito Juntero.

Nº 8: Composición del ejército Juntero.





EN EL ANIVERSARIO DEL IES NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA.
¿Cómo recordar a Juan Machado?

Por Manuel Toribio García.

                Aún me cuesta trabajo admitir que nuestro profesor ya no está con nosotros. Sé que la muerte es inevitable, que hay que asumirla y que de alguna manera él sigue vivo; a buen seguro que Mari Carmen, su mujer, sus hijos, compañeros y alumnos lo sienten aún muy cercano a ellos.
                A mí me pasa lo mismo. Mi profesor  de Historia del Mundo Contemporáneo en el COU del curso 1974-75, el hombre que marcó mi vocación  de aprendiz de historiador y también docente,  el buen amigo siempre presto a un consejo, a una  palabra amable.  Ahora, yo mismo, también profesor y director de un pequeño instituto de Córdoba, siempre pienso en él cuando tengo que tomar una decisión difícil y me pregunto cómo actuaría el ante cualquier reto. Su ejemplo vive en mí.
                Los días de la enfermedad están aún cercanos. Acompañé a la familia en aquellos momentos de desolación en la Cruz Roja Cordobesa cuando Juan estaba siendo derrotado por el cáncer y aún hoy me sorprende su entereza para asumir la situación y cómo se preparó para bien morir.
   Octubre de 1974. Todavía no nos han asignado al profesor que nos debe impartir la asignatura de Historia.  El Jefe de Estudios nos anuncia que va a venir un agregado de bachillerato que acaba de sacar sus oposiciones. Aquellas clases fueron inolvidables. Magníficamente preparadas, era un auténtico curso de acceso a la Universidad: riqueza conceptual, bibliografía actualizada, trabajos monográficos, comentarios de textos históricos, etc.  En alguna ocasión nos hablaba de los acontecimientos del momento: final del franquismo,  guerra de Vietnam, etc.
                Mi decisión estaba tomada. Sería profesor de historia, trataría de emularlo, aunque Juan era un sabio en el amplio sentido de la palabra y un hombre bueno que hacía honor a su apellido. En los años universitarios, primero en Jaén y luego en Granada, me siguió orientando, prestándome sus libros, supervisando mis estudios, -hasta me acompañó el día de mis oposiciones-.
                 Mientras tanto, en España se vivía la transición democrática. Un demócrata y hombre comprometido como él se volcó e hizo todo lo que estaba en su mano, especialmente formando parte de la Comisión Cívica para conseguir que Andalucía tuviese  su autonomía por el artículo 151 de la Constitución, asumió la dirección de la Casa de la Cultura en 1979 transformada en Universidad Popular…..Juan nunca ocultó sus simpatías por el socialismo democrático, pero él era un hombre abierto y tolerante, de espíritu conciliador y proclive al diálogo influenciado por el humanismo cristiano.
                Su sueño de crear en Andújar una Universidad Popular, enlazando con las ansias de promoción sociocultural de la II República se llevo a la realidad en 1983se llevó a realidad.
Al año siguiente, en 1984, por concurso de traslados se marchó al IES “Padre Manjón” de Granada. En 1992 obtendría la cátedra de Geografía e Historia y retomaría la relación con sus profesores y compañeros de estudios, especialmente su admirado maestro, don Antonio Domínguez Ortiz y su buen amigo J.C,  Gay Armenteros.  En ese mismo año, desempeñaría un cargo que le vendría como anillo al dedo: Comisario, primero en Granada y luego en el Pabellón andaluz de la Expo 92 de Sevilla, de la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América.
  En varias ocasiones nos encontramos en tierras gaditanas -mi destino profesional y el de otro buen amigo, Eugenio Pérez- para participar conjuntamente en congresos, ciclos de conferencias,  etc. En el año 2006 le llegó la jubilación, antes tuve el honor de colaborar con él en la redacción  de un libro para 2º de Bachillerato, y además, se encargaba de organizar los aspectos culturales de la Casa de Jaén en Granada, de colaborar con FAECTA en temas de cooperativismo, preparar a opositores o dirigir la Cátedra Blas Infante en Andújar. En febrero de 2007 vino a mi instituto a impartir una lección magistral sobre Blas Infante a mi alumnado de la ESO  y de nuevo se gano a este peculiar auditorio con su humanidad y elocuencia, logrando incluso templar los ánimos de algún que otro alumno disruptivo. ..Cuando a mediados de abril me llamó por teléfono para decirme que venía a Córdoba pues le acaban de detectar el tumor y había que operar con urgencia,  no me lo podía creer, el tiempo ha pasado  y Juan sigue vivo en cada uno de nosotros,  sus seres queridos, sus compañeros y antiguos alumnos, etc.
                  Pero Juan fue además un historiador de una talla excepcional, su obra así lo avala.     Aún permanecen inéditos dos trabajos que  realizó en colaboración   con Juan José Fuentes Romero, uno sobre bibliotecas escolares de la provincia de Jaén para el Comité de Colaboración Hispano norteamericano  y otro sobre las fuentes documentales del Andalucismo histórico para la Fundación Blas Infante. Entre sus publicaciones destacamos las siguientes:
-“Andújar y el movimiento juntero andaluz de 1835” Ayuntamiento de Andújar 1982.
-“La Junta soberana de Andújar y los orígenes de la conciencia andaluza” Actas II Congreso sobre el Andalucismo Histórico, Málaga 1985.
-“La Universidad popular de Cartagena 1931-1936” Jándula , nº3-4, 1984.
-”Promoción de lectura infantil. Una experiencia” Congreso de Bibliotecarios andaluces, Marbella 1982 ( en colaboración con Eugenio Pérez).
-Prólogo a “Estudios de historia de Andújar” Ayuntamiento, 1984.
-Prólogo “Andújar en la guerra civil española” de Manuel Toribio, Alcance Editorial, 1994.
-“Pedro Antonio de Alarcón y su diario de un testigo de la guerra de África Granada 1991.
-“Prensa y nacionalismo: Pedro ANTONIO DE Alarcón, un cronista andaluz en la guerra de áfrica, Actas Congreso Andalucismo histórico, Sevilla 12993
-“Inauguración de la Universidad popular de Andújar” Jándula, nº 1983
“EXPO 92, Pabellón de ANDALUCÍA. Viaje al futuro, presente y pasado” WADI , Guadix, nº 92 l992
-“Españoles en el Pacífico: la emigración andaluza a la isla de Hawái” GADES,Nº 23, Cádiz 1999.
“Andalucía-Hawái-California. Un viaje sin retorno” Actas Congreso Andalucismo Histórico, Sevilla 2000
-“Las Diputaciones provinciales en el origen de la revolución liberal” Actas Congreso Andalucismo Histórico, Sevilla 2002
“El reconocimiento de los derechos humanos: un difícil y largo proceso histórico” IES PADRE MANJÖN, Granada s/f.
“LA Granada de Blas Infante” Actas del Congreso Andalucismo Histórico, 1987
“La Granada de Federico García Lorca” Casa de Jaén,  Granada, l997.
“Las crisis de fin de siglo: 1898-1998” IES FRANCISCO PACHECO, Sanlúcar de Barrameda 1998
                 En 1992 tuve ocasión de entrevistarlo para el periódico “EL GUADALQUIVIR”  y allí le pregunté que cuando llegó al instituto de Andújar lo hizo en principio motivado por investigar sobre el movimiento juntero andaluz, pero luego hubo un enamoramiento con esta ciudad: “En Andújar viví once años… Andújar siempre me pareció, como luego  tuvo ocasión de comprobar, que era una ciudad enormemente acogedora, casi cosmopolita…esas ciudades portuarias junto al rio, lugar de enlace, cita obligada, paso , destino, descanso entre las que han sido las grandes metrópolis de nuestra historia como Sevilla y Madrid…Andújar no sólo la recuerdo, sino que la vivo, porque me siento iliturgitano. Nací en otras tierras, pero se nace donde se puede y se vive donde se quiere. Andújar la llevo en el corazón por muchas razones, además de que tres de mis hijos son de Andújar. Allí fui profesor durante once años con muy buenos resultados, como lo que ahora tengo a la vista, tú y otros queridísimos alumnos para siempre, y  puse en marcha la Casa de Cultura con aquella ilusión, aquella fuerza que nos daban esos años a los que deberíamos volver. Hay que mirar atrás, a esa España del 78-79, recién salida de la Dictadura y la transición democrática, cuando muchos de los que habíamos luchado por la libertad y la democracia estábamos firmemente convencidos de que sólo la cultura, como auténticos misioneros, era la que podía salvar a los pueblos;  que la cultura era el plan que necesitaba el pueblo, porque lo demás se daría por añadidura.  Yo me entregué a aquella Casa de Cultura como nunca me entregaré a ninguna otra empresa y creo que la ciudad de Andújar se entregó a aquella idea mía y tuve muchos colaboradores. No fue una obra mía sino que fue una labor de todos.  Nunca olvidaré al equipo que pude reunir en aquella Casa;  fue la etapa más fecunda que yo recuerdo”.





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